De acuerdo a diversos estudios científicos llevados a cabo por la British Heart foundation, la Universidad de Helsinki (Finlandia) y la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de York (Reino Unido), la soledad debería ser considerada un factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular, al mismo nivel que otros factores tradicionales, como ser fumador, padecer obesidad o diabetes, entre otros.
Los especialistas advierten que el
aislamiento social y la soledad pueden incrementar hasta un 30% el riesgo de
padecer una cardiopatía isquémica o un ictus. Esto se debe en gran parte a que
las personas solitarias son más propensas a padecer otros problemas de salud
como obesidad, tabaquismo, inactividad física, mala alimentación, presión
arterial alta y colesterol alto.
Además, observan que el mayor riesgo se
presenta en adultos mayores, ya que a medida que envejecemos, la dinámica
personal y los estilos de vida cambian, provocando una brecha entre las
interacciones sociales deseadas y la realidad. Esto provoca que muchas personas
mayores se sientan alienadas.
Los investigadores refieren que aquellas
personas que se sienten socialmente aisladas y viven solas tienen más
probabilidades de padecer afecciones subyacentes a largo plazo y de ser
fumadores, además de reportar mayores síntomas de depresión (otro factor de
riesgo asociado a la enfermedad cardíaca).
También señalan que el aislamiento social
provocado por la pandemia de Covid-19 ha hecho que muchas personas experimenten
un estado crónico de soledad que podría aumentar considerablemente los efectos
agudos y a largo plazo sobre la salud cardiovascular de la población a nivel
mundial.
Por este motivo, los expertos incentivan a
las personas mayores a reunirse y compartir momentos con familiares, amigos y
otra gente con intereses en común. Pasar tiempo con otros, ya sea para celebrar,
charlar o compartir un problema, no solo ayudará a que se sientan más
optimistas y felices, sino que además las vivencias compartidas generarán
emociones positivas que pueden contribuir a prevenir enfermedades
cardiovasculares.