El cateterismo es un estudio mínimamente invasivo, que permite un mejor diagnostico de su enfermedad. Para realizar el procedimiento el médico intervencionista, luego de realizar anestesia local punza una arteria e introduce un tubo plástico, flexible y muy fino denominado catéter, en un vaso sanguíneo. Mediante este catéter se llega hasta la zona a estudiar (miembros inferiores, corazón, cerebro, etc.) de acuerdo al estudio solicitado y con ayuda de Rayos X se filma el procedimiento. Los riesgos de un cateterismo son mínimos y usualmente son contrapesados por el beneficio de conocer con exactitud la condición de su enfermedad.
Es un procedimiento médico por cateterismo para tratar vasos sanguíneos anormales en el cerebro y otras partes del cuerpo y es una alternativa a la cirugía abierta. También recibe como nombre alternativo tratamiento endovascular.
Descripción
El médico utiliza una aguja para crear un agujero por punción en la arteria femoral en la ingle o en la arteria radial en la muñeca, un vaso sanguíneo grande. Luego, se pasa una sonda flexible y pequeña, llamada catéter, a través de la piel abierta y dentro de la arteria. Es posible que se instile un colorante a través del catéter, de tal manera que se pueda observar la arteria en imágenes médicas. Mientras el médico está mirando las imágenes médicas del área en vivo, mueve suavemente el catéter a través del vaso sanguíneo hasta el área del problema. Una vez que el catéter está en su lugar, el médico envía a través del mismo distintos elementos para ocluir la arteria o vena malformada como ser partículas plásticas pequeñas, goma, espirales metálicos, espuma o un globo a través de éste con el fin de sellar el vaso sanguíneo enfermo. El material sellante depende de la característica del vaso arterial o venoso a ocluir.
Indicaciones
El procedimiento se utiliza con más frecuencia para tratar aneurismas en el cerebro, pero se puede usar para otros problemas médicos, donde la cirugía abierta se considera arriesgada. El objetivo general del tratamiento es prevenir el sangrado en el área del problema y reducir el riesgo de una ruptura de un vaso sanguíneo.
Descripción
El médico utiliza una aguja para crear un agujero por punción en la arteria femoral en la ingle o en la arteria radial en la muñeca, un vaso sanguíneo grande. Luego, se pasa una sonda flexible y pequeña, llamada catéter, a través de la piel abierta y dentro de la arteria. Es posible que se instile un colorante a través del catéter, de tal manera que se pueda observar la arteria en imágenes médicas. Mientras el médico está mirando las imágenes médicas del área en vivo, mueve suavemente el catéter a través del vaso sanguíneo hasta el área del problema. Una vez que el catéter está en su lugar, el médico envía a través del mismo distintos elementos para ocluir la arteria o vena malformada como ser partículas plásticas pequeñas, goma, espirales metálicos, espuma o un globo a través de éste con el fin de sellar el vaso sanguíneo enfermo. El material sellante depende de la característica del vaso arterial o venoso a ocluir.
Indicaciones
El procedimiento se utiliza con más frecuencia para tratar aneurismas en el cerebro, pero se puede usar para otros problemas médicos, donde la cirugía abierta se considera arriesgada. El objetivo general del tratamiento es prevenir el sangrado en el área del problema y reducir el riesgo de una ruptura de un vaso sanguíneo.
Definición
Un aneurisma de la aorta es una dilatación patológica de la aorta que afecta la totalidad de sus capas. La aorta es la mayor arteria del cuerpo. Nace del corazón y termina en la pelvis en donde se divido en ramos para los miembros inferiores.
Tratamiento
La colocación de una endoprótesis vascular es una opción menos invasiva que la cirugía convencional.
Un aneurisma de la aorta es una dilatación patológica de la aorta que afecta la totalidad de sus capas. La aorta es la mayor arteria del cuerpo. Nace del corazón y termina en la pelvis en donde se divido en ramos para los miembros inferiores.
Tratamiento
La colocación de una endoprótesis vascular es una opción menos invasiva que la cirugía convencional.
La Angioplastia Coronaria es una operación compleja y mínimamente invasiva, ya que a través de una pequeña punción en un vaso sanguíneo, se dilatan obstrucciones en las arterias a tratar mediante el inflado de un catéter balón y cuando el médico considere necesario se coloca una prótesis (“Stent”) en el interior de la arteria, que comprime permanentemente el material graso que forma la lesión. Terminado el procedimiento el paciente queda internado hasta que se termine su alta según la evolución.
Comprendiendo los riesgos
El riesgo de complicaciones en una Angioplastia Coronaria es usualmente menor al de su enfermedad sin tratamiento. Algunas de las complicaciones habituales son: sangrado, arritmias, reacción alérgica e infarto. En caso de ocurrir complicaciones, el Servicio de Hemodinamia así como el Hospital se encuentran preparados para resolverlas de la mejor manera posible. Para ello se planifica cada procedimiento en conjunto con el servicio de Cirugía Cardiaca, ante la posibilidad de ser necesaria una operación de urgencia. Si bien la probabilidad de muerte es baja, la misma no puede descartarse.
Comprendiendo los riesgos
El riesgo de complicaciones en una Angioplastia Coronaria es usualmente menor al de su enfermedad sin tratamiento. Algunas de las complicaciones habituales son: sangrado, arritmias, reacción alérgica e infarto. En caso de ocurrir complicaciones, el Servicio de Hemodinamia así como el Hospital se encuentran preparados para resolverlas de la mejor manera posible. Para ello se planifica cada procedimiento en conjunto con el servicio de Cirugía Cardiaca, ante la posibilidad de ser necesaria una operación de urgencia. Si bien la probabilidad de muerte es baja, la misma no puede descartarse.
La cirugía de revascularización miocárdica es un procedimiento quirúrgico que utiliza otra arteria o vena para redirigir la sangre alrededor de una obstrucción en las arterias (arterias coronarias) que suministran sangre y oxígeno al corazón.
El reemplazo de la válvula aórtica es una cirugía a corazón abierto. Se realiza para reemplazar una válvula aórtica que no funciona correctamente por una nueva.
El reemplazo de la válvula puede ser:
• Mecánico: totalmente fabricada con materiales artificiales
• Bioprotésico: fabricado a partir de una combinación de materiales artificiales y de tejidos provenientes de cerdos, vacas u otros animales
• Homoinjerto o aloinjerto: realizado a partir de un corazón humano donado
• Procedimiento de Ross (donación por parte del propio paciente): en pacientes seleccionados, menores de 50 años de edad, una de las propias válvulas cardiacas del paciente, la válvula pulmonar, puede moverse de su ubicación original y coserse en otro lugar para reemplazar la válvula aórtica defectuosa. Un homoinjerto se cose luego en el lugar original de la válvula pulmonar.
El reemplazo de la válvula puede ser:
• Mecánico: totalmente fabricada con materiales artificiales
• Bioprotésico: fabricado a partir de una combinación de materiales artificiales y de tejidos provenientes de cerdos, vacas u otros animales
• Homoinjerto o aloinjerto: realizado a partir de un corazón humano donado
• Procedimiento de Ross (donación por parte del propio paciente): en pacientes seleccionados, menores de 50 años de edad, una de las propias válvulas cardiacas del paciente, la válvula pulmonar, puede moverse de su ubicación original y coserse en otro lugar para reemplazar la válvula aórtica defectuosa. Un homoinjerto se cose luego en el lugar original de la válvula pulmonar.
La reparación de la válvula mitral es una cirugía a corazón abierto realizada por cirujanos cardiotorácicos para tratar la estrechez (estenósis) o el escape o fuga (regurgitación o insuficiencia) de la válvula mitral. La válvula mitral es la “válvula de entrada” del lado izquierdo del corazón. La sangre fluye desde los pulmones en donde recoge el oxígeno, hasta llegar al corazón pasando por la válvula mitral. Cuando se abre, la válvula mitral permite el paso de sangre hacia la cámara más importante del corazón, el ventrículo izquierdo. Cuando el ventrículo izquierdo se contrae, la válvula se cierra para que la sangre no regrese a los pulmones y se impulse hacia todo el cuerpo.
El Estudio Electrofisiológico es un estudio que permite realizar un mejor diagnostico de su enfermedad. Para realizar el procedimiento el medico, luego de realizar anestesia local introduce un tubo plástico, flexible y muy fino denominado catéter, en un vaso sanguíneo a traves de una punción de una vena. Mediante este catéter se llega hasta el corazón y con ayuda de Rayos X se establece el diagnostico y el tratamiento a realizar. Los riesgos del estudio son muy raros y usualmente contrapesados por el beneficio de conocer con exactitud la condición de su enfermedad. La probabilidad de muerte es extremadamente baja.
Consiste en el tratamiento curativo de diferentes arritmias a traves de uno, o más catéteres especiales.
Una vez establecido por estudio electrofisiologico, el lugar donde se encuentra el tejido que esta originando la arritmia, se lleva por punción con anestesia local de vena o arteria, un catéter especial de ablación que se apoya en el mismo y emite calor por radiofrecuencia ( habitualmente indoloro) que elimina el tejido responsable llevando en la mayoría de los casos a la curación definitiva de la arritmia, con las claras ventajas que esto significa para el pacientes (no toma de medicamentos, mejora calidad de vida, etc).
La posiblidad de cura dependera del tipo de arritmia y de la complejidad del lugar anatomico donde se encuentra.
Dependiendo del tipo de arritmia , se realiza la intervención con minima sedación o se llega a anestesia general en casos como la Fibrilación auricular o la Taquicardia Ventricular.
Finalizado el procedimiento se retiran los catéteres, se realiza compresión hemostatica. No requiere puntos de sutura. Se deben internar una noche y se los externa al otro dia. El paciente puede caminar al dia siguiente pero se aconseja un reposo relativo.
Una vez establecido por estudio electrofisiologico, el lugar donde se encuentra el tejido que esta originando la arritmia, se lleva por punción con anestesia local de vena o arteria, un catéter especial de ablación que se apoya en el mismo y emite calor por radiofrecuencia ( habitualmente indoloro) que elimina el tejido responsable llevando en la mayoría de los casos a la curación definitiva de la arritmia, con las claras ventajas que esto significa para el pacientes (no toma de medicamentos, mejora calidad de vida, etc).
La posiblidad de cura dependera del tipo de arritmia y de la complejidad del lugar anatomico donde se encuentra.
Dependiendo del tipo de arritmia , se realiza la intervención con minima sedación o se llega a anestesia general en casos como la Fibrilación auricular o la Taquicardia Ventricular.
Finalizado el procedimiento se retiran los catéteres, se realiza compresión hemostatica. No requiere puntos de sutura. Se deben internar una noche y se los externa al otro dia. El paciente puede caminar al dia siguiente pero se aconseja un reposo relativo.
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente y afecta al 0.4% de la población general, al 1% de la población mayor de 60 años y al 10% de los octogenarios.
Aproximadamente, el 50% de los pacientes que se intervienen de la válvula mitral también presentan fibrilación auricular, así pues, es una arritmia directamente relacionada con la edad y con la patología valvular, especialmente de la válvula mitral. Las consecuencias de la fibrilación auricular son varias entre las que destacan: ritmo cardiaco irregular o palpitaciones que pueden desencadenar taqui-bradi arritmias, compromiso hemodinámico por la pérdida de la sincronía aurículo-ventricular y eventos tromboembólicos sistémicos. A pesar de los tratamientos farmacológicos actuales para disminuir las tromboembolias y controlar la frecuencia cardiaca, la FA permanente continúa siendo un importante factor de riego de morbi-mortalidad y por tanto aumenta considerablemente el gasto farmacéutico. En las últimas décadas se han realizado importantes esfuerzos para desarrollar nuevas terapias encaminadas en restaurar el ritmo fisiológico del corazón, es decir, el ritmo sinusal. En lo que respecta a la cirugía cardiovascular, en los años 80 se implantó el método de Maze (laberinto) que ha demostrado excelentes resultados a largo plazo, pero cuyo principal inconveniente es su complejidad técnica y la dificultad de reproducir esos buenos resultados descritos.
Se ha demostrado a mediante numerosos estudios que el foco de iniciación de la FA reside en las venas pulmonares en un alto porcentaje, por lo que se han desarrollado distintas técnicas quirúrgicas para el aislamiento de las venas pulmonares como tratamiento definitivo de la FA. Entre los distintos dispositivos disponibles en la actualidad destacan la radiofrecuencia, la crio ablación y los ultrasonidos de alta frecuencia.
Aproximadamente, el 50% de los pacientes que se intervienen de la válvula mitral también presentan fibrilación auricular, así pues, es una arritmia directamente relacionada con la edad y con la patología valvular, especialmente de la válvula mitral. Las consecuencias de la fibrilación auricular son varias entre las que destacan: ritmo cardiaco irregular o palpitaciones que pueden desencadenar taqui-bradi arritmias, compromiso hemodinámico por la pérdida de la sincronía aurículo-ventricular y eventos tromboembólicos sistémicos. A pesar de los tratamientos farmacológicos actuales para disminuir las tromboembolias y controlar la frecuencia cardiaca, la FA permanente continúa siendo un importante factor de riego de morbi-mortalidad y por tanto aumenta considerablemente el gasto farmacéutico. En las últimas décadas se han realizado importantes esfuerzos para desarrollar nuevas terapias encaminadas en restaurar el ritmo fisiológico del corazón, es decir, el ritmo sinusal. En lo que respecta a la cirugía cardiovascular, en los años 80 se implantó el método de Maze (laberinto) que ha demostrado excelentes resultados a largo plazo, pero cuyo principal inconveniente es su complejidad técnica y la dificultad de reproducir esos buenos resultados descritos.
Se ha demostrado a mediante numerosos estudios que el foco de iniciación de la FA reside en las venas pulmonares en un alto porcentaje, por lo que se han desarrollado distintas técnicas quirúrgicas para el aislamiento de las venas pulmonares como tratamiento definitivo de la FA. Entre los distintos dispositivos disponibles en la actualidad destacan la radiofrecuencia, la crio ablación y los ultrasonidos de alta frecuencia.
La disección de la aorta consiste en una delaminación de las capas de la pared de la aorta, la cual puede producirse a nivel de la aorta ascendente llamándose tipo A, o a nivel de la aorta descendente después del origen de la subclavia izquierda y se llaman de tipo B. Estas pueden ser agudas o crónicas. El tratamiento de la aorta torácica puede ser realizado por vía quirúrgica tradicional en los tipo A o por tratamiento endovascular en los tipo B. En los casos de tratamiento quirúrgico convencional se realiza el reemplazo del sector de la aorta enfermo por una prótesis tubular de un material conocido como dacrón. Para algunas de estas cirugías es necesario el uso de equipos de moderna tecnología, tales como circulación extracorpórea, equipos de autotransfusión y sistemas de infusión rápidas de volúmenes.
Dos métodos son usados, si el ductus es pequeño puede ser colocado dentro del vaso un dispositivo tipo espiral que luego se expande bloqueando el pasaje de sangre. Si el ductus es grande un dispositivo flexible puede ser colocado en el ductus a manera de tapón. El ductus puede ser cerrado con cirugía. Para la cirugía, una pequeña incisión es hecha entre las costillas del lado izquierdo y el ductus es ligado. El cierre quirúrgico del ductus arterioso permeable puede realizarse a cualquier edad y es especialmente recomendada en situaciones especiales como un ductus muy grande. El riesgo de complicaciones con cualquiera de estos tratamientos es bajo, determinado principalmente por cuan enfermo esta el bebe antes del tratamiento.
La comunicación interauricular (CIA) es un defecto del tabique que separa ambas aurículas, provocando un cortocircuito de izquierda a derecha y produciendo sobrecarga volumétrica del lado derecho del corazón. La intervención quirúrgica generalmente consiste en tapar el orificio con un parche. Para cerrar el orificio sin necesidad de realizar una intervención de corazón abierto, algunos médicos utilizan un procedimiento de cateterización. En este procedimiento, se introduce en el cuerpo un tubo largo y delgado denominado «catéter», generalmente en la ingle. De allí se avanza por una arteria hasta llegar al corazón. Una vez que el catéter llega al corazón, se emplean pequeños dispositivos denominados «dispositivos oclusores» para cerrar el orificio. Luego se retira el catéter, dejando el dispositivo oclusor en su lugar para taponar el orificio.
Existen diversas opciones técnicas para tratar lesiones, la estenosis u obstrucciones: en general en la mayor parte de los pacientes se puede resolver mediante técnicas endovasculares, con angioplastia utilizando balón y/o stents. En los casos en los que no se puede resolver por vía endovascular, la cirugía abierta con exclusión de la arteria enfermas y sustitución por una prótesis sintética o un injerto con venas son las técnicas más frecuente.
Es un procedimiento quirúrgico para restaurar el flujo sanguíneo adecuado hacia el cerebro. Cada lado del cuello tiene una arteria llamada la carótida común y cada carótida se divide en dos ramificaciones: la ramificación interna que lleva sangre oxigenada al cerebro y la ramificación externa que lleva sangre a la cara.
La obstrucción de la arteria carótida interna puede provocar alteraciones en el flujo de sangre al cerebro, causando accidente cerebro vascular. En general, la causa de esta obstrucción suele ser una placa de ateroma. Con el tiempo, la placa lentamente comienza a obstruir el flujo de sangre y por sí misma puede obstruir la arteria lo suficiente como para ocasionar un accidente cerebro vascular. Además, la placa con frecuencia hace que la sangre fluya de manera anormal, lo que lleva a la formación de un coágulo sanguíneo que puede permanecer en el sitio donde se presenta el estrechamiento e impedir el flujo de sangre a todas las pequeñas arterias que irriga. (Este tipo de coágulo que no viaja es denominado un trombo). En otros casos, el coágulo puede viajar y ocluir en un vaso más pequeño dentro del cerebro. (Un coágulo que viaja se denomina una embolia).
El tratamiento de estas lesiones se puede hacer mediante cirugía abierto o mediante técnicas mínimamente invasiva (angioplastia con balón y stent)
La obstrucción de la arteria carótida interna puede provocar alteraciones en el flujo de sangre al cerebro, causando accidente cerebro vascular. En general, la causa de esta obstrucción suele ser una placa de ateroma. Con el tiempo, la placa lentamente comienza a obstruir el flujo de sangre y por sí misma puede obstruir la arteria lo suficiente como para ocasionar un accidente cerebro vascular. Además, la placa con frecuencia hace que la sangre fluya de manera anormal, lo que lleva a la formación de un coágulo sanguíneo que puede permanecer en el sitio donde se presenta el estrechamiento e impedir el flujo de sangre a todas las pequeñas arterias que irriga. (Este tipo de coágulo que no viaja es denominado un trombo). En otros casos, el coágulo puede viajar y ocluir en un vaso más pequeño dentro del cerebro. (Un coágulo que viaja se denomina una embolia).
El tratamiento de estas lesiones se puede hacer mediante cirugía abierto o mediante técnicas mínimamente invasiva (angioplastia con balón y stent)
Los fragmentos de catéteres o cuerdas retenidos en el torrente arterial como complicaciones luego de angiografía diagnóstica o intervencionista, pueden producir oclusión arterial aguda, embolismo distal, perforación del vaso, infección y arritmias. Hay diferentes materiales diseñados para la recuperación percutánea de dichos fragmentos, sin necesidad de recurrir a la extracción quirúrgica: lazos, canasta de Dotter, pinza de biopsia endomiocárdica, etc.
Los «cuerpos extraños» son más frecuentes en el lecho vascular (fragmentos de catéteres venosos centrales o de guías o de catéteres-balón, stents vasculares, coils de embolización, filtros de cava, catéteres diagnósticos, etc.) que en territorios no vasculares (fragmentos de guías o endoprótesis, gasas, etc.). Estos cuerpos extraños intravasculares deben ser retirados para prevenir posibles complicaciones graves como formación de trombos con embolización periférica repetida, endocarditis, arritmias, perforación cardíaca, sepsis, etc. También deben ser retirados de la vía biliar o urinaria para evitar complicaciones derivadas de su rotura, infección u obstrucción.
Los sistemas de recuperación son muy numerosos e incluyen lazos recuperadores, fórceps5, cestas6 y catéteres-balón. En determinados casos y para facilitar la acción de éstos también se pueden utilizar «guías dobladas» en su extremo distal o catéteres diagnósticos con una configuración específica (Pigtail y Simmon), que consiguen enlazar el fragmento y movilizarlo parcialmente hacia una posición más favorable para ser capturado por los sistemas específicos de recuperación.
Los «cuerpos extraños» son más frecuentes en el lecho vascular (fragmentos de catéteres venosos centrales o de guías o de catéteres-balón, stents vasculares, coils de embolización, filtros de cava, catéteres diagnósticos, etc.) que en territorios no vasculares (fragmentos de guías o endoprótesis, gasas, etc.). Estos cuerpos extraños intravasculares deben ser retirados para prevenir posibles complicaciones graves como formación de trombos con embolización periférica repetida, endocarditis, arritmias, perforación cardíaca, sepsis, etc. También deben ser retirados de la vía biliar o urinaria para evitar complicaciones derivadas de su rotura, infección u obstrucción.
Los sistemas de recuperación son muy numerosos e incluyen lazos recuperadores, fórceps5, cestas6 y catéteres-balón. En determinados casos y para facilitar la acción de éstos también se pueden utilizar «guías dobladas» en su extremo distal o catéteres diagnósticos con una configuración específica (Pigtail y Simmon), que consiguen enlazar el fragmento y movilizarlo parcialmente hacia una posición más favorable para ser capturado por los sistemas específicos de recuperación.
Es la perfusión adecuada de un riñón afectado por una obstrucción en su arteria nutriente. En general, la técnica más utilizada es la angioplastia con stent, con muy buenos resultados. Se logra mantener la función renal y muchas veces se logra controlar la presión arterial de manera significativa. Menos frecuentemente a algunos pacientes se le indica cirugía de by pass aorto renal, usualmente con vena del propio paciente.
Es un dispositivo que controla permanentemente si se producen alteraciones del ritmo cardiaco, especialmente taquicardias malignas, en cuyo caso las trata de forma automática, bien mediante estímulos o choques eléctricos. El CDI (Cardiodesfibrilador automático implantable) se conecta al corazón mediante un cable o catéter.
El CDI se implanta habitualmente en el pecho como un marcapasos, debajo de la piel, y el cable se introduce por una vena que pasa por esa zona. La operación se hace con anestesia local, se suelen administrar antibióticos para prevenir las infecciones y puede ser necesario inyectar contraste radiológico para ver el trayecto que siguen las venas y su tamaño. En ocasiones y dependiendo del tipo de arritmia, se induce la arritmia para comprobar que el dispositivo la detecta y la trata de forma automática, y garantizar así su posterior funcionamiento.
Durante al menos las primeras 24 horas se debe guardar reposo en cama para evitar que se produzca un hematoma y que el electrodo se desplace. Después de este tiempo el paciente se podrá levantar aunque será conveniente que en los próximos días evite hacer movimientos con el brazo del lado en que lleva el CDI. Aproximadamente a la semana se retiran los puntos de sutura y el paciente ya puede hacer una vida prácticamente normal.
El CDI se implanta habitualmente en el pecho como un marcapasos, debajo de la piel, y el cable se introduce por una vena que pasa por esa zona. La operación se hace con anestesia local, se suelen administrar antibióticos para prevenir las infecciones y puede ser necesario inyectar contraste radiológico para ver el trayecto que siguen las venas y su tamaño. En ocasiones y dependiendo del tipo de arritmia, se induce la arritmia para comprobar que el dispositivo la detecta y la trata de forma automática, y garantizar así su posterior funcionamiento.
Durante al menos las primeras 24 horas se debe guardar reposo en cama para evitar que se produzca un hematoma y que el electrodo se desplace. Después de este tiempo el paciente se podrá levantar aunque será conveniente que en los próximos días evite hacer movimientos con el brazo del lado en que lleva el CDI. Aproximadamente a la semana se retiran los puntos de sutura y el paciente ya puede hacer una vida prácticamente normal.
El marcapasos endocavitorio bicameral con sus dos catéteres posibilita la estimulación secuencial de las dos cámaras (aurícula y luego ventrículo) o el sensado de una cámara (auricular) y posteriormente la estimulación del ventrículo. Permite, además, la detección de ritmos propios con los cuales el marcapasos se inhibirá. En este tipo de marcapasos el generador está unido a dos catéteres: uno que controlará la cavidad auricular y otro que quedará en el ventrículo. ¿Cuando es necesario un marcapasos bicameral? Los marcapasos bicamerales se caracterizan por contar con dos catéteres, uno en la aurícula y un segundo en el ventrículo derecho. En estas situaciones la necesidad de una estimulación doble o un monitoreo en ambas cámaras se ajusta a necesidades que su médico considera como fundamentales para optimizar el tratamiento mediante el implante de un marcapasos. Sin lugar a dudas puede coexistir un trastorno en la formación del pulso espontáneo y un trastorno en la conducción del mismo, esta situación es frecuente de observar. En otros casos el médico decide el implante de un marcapasos bicameral con el objeto de conservar un ritmo sincrónico del corazón que favorece la mejor circulación e impacta fuertemente en la calidad de vida.
En algunos pacientes la estimulación del corazón requiere unicamente de un solo catéter, que va al ventrículo derecho, denominado marcapasos unicameral. El cardiológo o electrofisiológo es el que decidira cual de los dos modos es el aconsejable.
En algunos pacientes la estimulación del corazón requiere unicamente de un solo catéter, que va al ventrículo derecho, denominado marcapasos unicameral. El cardiológo o electrofisiológo es el que decidira cual de los dos modos es el aconsejable.
Existen trastornos en los que se destaca un enlentecimiento de los latidos normales del corazón por debajo de los valores considerados normales, nacidos en una estructura anatómica que se encarga de mantener el ritmo del corazón y de adecuarlo a las necesidades del organismo denominado nódulo sinusal. Esta falta de latidos o enlentecimiento exagerado de la frecuencia cardiaca se acompaña de sintomatología propia de estos cuadros patológicos. En estas situaciones particulares se decide el implante del catéter en una región de la aurícula derecha cercana al nódulo sinusal con el objeto de entregar estímulos y comandar el ritmo cardiaco cuando no pueda hacerlo el nódulo sinusal, y de esta manera monitorizar el ritmo producido por el nódulo sinusal apoyándolo cuando por su condición de estructura enferma no pueda mantener la frecuencia cardiaca. El catéter puede implantarse también en el ventrículo derecho y esto sucede cuando el problema no es la formación del latido sino su conducción hacia el resto del corazón, esta última situación es la más frecuente cuando se trata de selección de la cámara donde implantar el catéter.