Hasta hace algunos años, las enfermedades cardiovasculares parecían ser un problema exclusivo de los hombres. De hecho, aunque este tipo de enfermedades son la principal causa de muerte en mujeres de todo el mundo, aún se piensa que las mujeres fallecen más por cáncer de mama que por afecciones cardíacas.
Pero a pesar de esta realidad, las mujeres han sido subrepresentadas en la investigación médica, lo que ha llevado a que muchos de sus síntomas coronarios hayan sido ignorados o malinterpretados durante años. Las mujeres pueden experimentar síntomas de enfermedades cardiovasculares diferentes a los de los hombres. Entre ellos:
- Fatiga extrema
- Dolor menos intenso que los hombres en pecho y brazo izquierdo.
- Dolor en la mandíbula, espalda y el cuello.
- Sudoración excesiva.
- Malestar estomacal.
- Náuseas
Además, las mujeres tienen una mayor
probabilidad que los hombres de padecer enfermedades cardíacas relacionadas con
la función de los vasos sanguíneos. Esta afección no se detecta fácilmente con
los métodos de diagnóstico tradicionales utilizados en hombres, lo que
significa que las mujeres pueden pasar años sin un diagnóstico adecuado o
tratamiento.
Asimismo, al abordar el diagnóstico de
enfermedades cardiovasculares en mujeres se deben considerar factores de riesgo
no tradicionales como la menopausia precoz, la hipertensión arterial o la
diabetes gestacional y los abortos espontáneos reiterados, que pueden indicar
una mayor predisposición a la enfermedad vascular.
Y aunque la diabetes, el colesterol
elevado, el tabaquismo, la hipertensión arterial, el sobrepeso o el
sedentarismo son factores de riesgo comunes para ambos sexos, estos factores
tienen un impacto mayor en el corazón de la mujer.
Por otra parte, es importante que la
población femenina sea consciente de la relevancia de los controles
cardiológicos para conocer y medir sus niveles de presión arterial, colesterol
y glucemia. Así como también, de la importancia de comer de forma saludable,
hacer ejercicio al menos 3 veces por semana, controlar su peso y dejar de
fumar.
Por todos estos motivos, resulta
fundamental que se preste más atención a la salud cardíaca de las mujeres y que
se realicen investigaciones para comprender mejor las diferencias de género en
el riesgo y la aparición de esta clase de enfermedades. Mediante la educación
de las pacientes y la atención formada de los profesionales se podrá garantizar
que las mujeres reciban la atención médica adecuada y tengan la mejor
oportunidad de vivir una vida larga y saludable.