Un estudio recientemente publicado en el
Journal de la Asociación Americana del Corazón puso en conocimiento una nueva
consecuencia para la salud del cambio climático. En este caso, los científicos
descubrieron que el incremento de las temperaturas derivado de este fenómeno
puede aumentar el número de bebés nacidos con defectos cardíacos congénitos
durante los próximos 20 años.
El autor principal del estudio, Shao Lin, de
la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Albany, en Nueva York destacó
la importancia de alertar a los médicos para que prevengan a las mujeres
embarazadas o que planean convertirse en madres acerca de las consecuencias no
deseadas de la exposición al calor extremo. En especial, entre la tercera y la
octava semana de gestación, un período clave del embarazo.
Estos hallazgos remarcan el impacto alarmante que
el cambio climático puede producir en una condición que por su complejidad
puede requerir atención y seguimiento de por vida. Los estudios sugieren que el
calor puede causar muerte celular o interferir con varias proteínas sensibles
al calor que juegan un papel crítico en el desarrollo del feto.
Para su análisis, los expertos se basaron en
las proyecciones climáticas obtenidas por la NASA y el Instituto Goddard para
Estudios Espaciales. De ese modo, pudieron simular los cambios en las
temperaturas máximas diarias para calcular la exposición al calor materno para
las estaciones más calurosas del año.