De acuerdo a un estudio presentado recientemente en la 70ª Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología, las personas que duermen entre 6 y 7 horas por noche tienen menos probabilidades de morir de un ataque al corazón o padecer un accidente cerebro vascular que aquellas que duermen menos o más. Se trata de la primera investigación que explora la relación entre el riesgo cardiovascular y la duración del sueño, y es una nueva prueba de que el descanso (al igual que la dieta, el tabaquismo y la actividad física) puede ser un factor determinante para reducir el riesgo cardiovascular de las personas. Para llevar a cabo el estudio se analizaron los datos de más de 14 mil participantes, a quienes se controló durante aproximadamente 7 años y medio para determinar si fallecían por ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular. Cabe destacar que la edad media de los participantes era de 46 años y que la mitad de ellos eran mujeres. Además, solo un 47% era de raza blanca y menos del 10% tenía antecedentes de problemas cardíacos. Los investigadores descubrieron que aquellos participantes que dormían menos de 6 horas o más de 7 horas tenían una mayor probabilidad de fallecer por causas cardíacas. Esto podría estar relacionado a un aumento en los niveles de PCR, una proteína fabricada en el hígado que se eleva cuando hay inflamación en el organismo. Por otro lado, los expertos resaltan que no solo es importante la cantidad de sueño, sino también la profundidad y la calidad del mismo. De hecho, varios estudios asocian la apnea del sueño, un trastorno que provoca despertares frecuentes, a la predisposición a padecer enfermedades cardiovasculares. Finalmente, destacan que a diferencia de algunos factores de riesgo cardíacos que no pueden modificarse, como la edad o la genética, los hábitos de sueño pueden ajustarse y mejorarse, por lo que deberían ser un motivo de consulta médica rutinaria.