De
acuerdo a un estudio reciente llevado a cabo por especialistas de la Clínica
Mayo en los Estados Unidos, el 34% de las personas hospitalizadas por un
accidente cerebrovascular (ACV) son menores de 65 años. Esto demuestra que, si
bien el riesgo de padecer un ACV aumenta con la edad, no solo afecta a las
personas mayores.
Los
expertos resaltan 2 puntos clave que aumentan el riesgo de sufrir un ACV:
Por
un lado, los factores de riesgo del estilo de vida, que incluyen:
●
Sobrepeso u
obesidad
●
Sedentarismo
o inactividad física
●
Beber
alcohol en exceso
● Consumo de drogas ilegales (cocaína y metanfetaminas, entre otras)
● Consumo de cigarrillos o exposición al humo de segunda mano
Por
otro lado, los factores de riesgo médicos, que incluyen:
●
Presión
sanguínea alta
●
Colesterol
alto
●
Diabetes
●
Apnea
obstructiva del sueño
● Enfermedades cardiovasculares (incluido el ritmo anormal)
● Uso de hormonas (píldoras anticonceptivas, terapias hormonales con estrógeno)
Aunque
el ACV es una de las principales causas de muerte y discapacidad, se puede
reducir significativamente su preponderancia a través del control de las
condiciones médicas existentes y desarrollando hábitos saludables, como
realizar 30 minutos diarios de ejercicio, llevando una dieta rica en frutas,
verduras, cereales integrales y fuentes de proteínas magras, reduciendo el
consumo de alcohol y evitando el consumo de tabaco.