Uno
de los factores de riesgo más importantes a la hora de cuidar la salud cardíaca
tiene que ver con los niveles de colesterol. El exceso de lípidos o grasas en
sangre hace que se acumulen dentro de las arterias, volviéndolas más estrechas
y endurecidas, comprometiendo así la llegada de oxígeno y nutrientes a los
distintos órganos y aumentando el riesgo de padecer enfermedades
cardiovasculares. Para evitarlo, nada mejor que seguir los siguientes consejos:
Mantener
una dieta equilibrada: las claves son reducir el consumo de alimentos ricos en
grasas, sal y azúcares, e incorporar frutas, verduras, legumbres y cereales
integrales.
Evitar
el cigarrillo: ya sea abandonando el hábito de fumar, o evitando la exposición
pasiva al humo del tabaco.
Moderar
el consumo de alcohol: en este punto es necesario tener en cuenta los niveles
de alcohol diario recomendados por la OMS, que son de un trago de 350 ml para
las mujeres, y de 2 para los hombres. Por otro lado, es conveniente consumir
alimentos junto con las bebidas alcohólicas para que su absorción sea más
lenta.
Evitar
las grasas trans: un consumo de tan solo 5 gramos de grasas trans al día puede
aumentar hasta un 25% el riesgo de padecer enfermedades vasculares. Por eso es
imprescindible revisar las etiquetas de los productos que se consumen.
Hacer
actividad física: lo recomendable es realizar al menos 30 minutos diarios de
ejercicio, ya sea caminar, andar en bicicleta, nadar, bailar o realizar las
tareas del hogar. Esto no solo contribuirá a que disminuya el colesterol malo
(LDL), sino que favorecerá el aumento del colesterol bueno (HDL).