La llegada del clima cálido hace que mucha más gente tenga ganas de calzarse las zapatillas y salir a disfrutar de uno de los deportes al aire libre más beneficiosos para la salud del corazón: el running; o en español, salir a correr.
Se trata de uno de los ejercicios aeróbicos más completos, capaz de producir cambios fisiológicos en el sistema cardiovascular, y especialmente en el músculo cardíaco, que mejoran su capacidad para funcionar en las actividades de la vida cotidiana.
Al responder al esfuerzo que implica correr, el corazón se adapta aumentando la cantidad de sangre que circula por el organismo. Esto, a su vez, produce una serie de modificaciones:
●
las
cavidades cardíacas se
dilatan
●
aumenta
ligeramente el grosor de las paredes del corazón.
●
aumenta la
cantidad de sangre que este órgano bombea al cuerpo en cada latido.
Gracias a estas modificaciones, la práctica periódica de actividad física puede contribuir a mantener bajo control los principales factores de riesgo cardiovascular (obesidad, hipertensión, diabetes y niveles de colesterol). Además, ayuda a mejorar el funcionamiento del aparato respiratorio y de todos los órganos del cuerpo, también a reducir el estrés emocional y a prevenir la depresión.
¿Cuántos días a la semana es necesario correr para obtener resultados?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada. Esto quiere decir que correr 30 minutos al día, durante 5 días a la semana (siempre con el aval médico correspondiente), es suficiente para ver plasmados los beneficios para la salud cardiovascular en el organismo.