Un estudio llevado a cabo por el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires en un conjunto de sanatorios, clínicas y hospitales privados reveló datos alarmantes acerca de la disminución de las consultas y controles médicos que, a la larga, podría aumentar considerablemente la cantidad de muertes derivadas de enfermedades cardiovasculares durante 2020.
La investigación arrojó que el total de consultas por emergencias en centros médicos disminuyó un 74% durante el mes de abril de este año, en comparación con el mismo período de 2019. Teniendo en cuenta que en nuestro país fallecen cerca de 100 mil personas al año por enfermedades cardiovasculares, se teme que debido a la falta de control esa cifra se incremente en hasta 9 mil muertes.
Ante este escenario, los especialistas recuerdan la importancia de la detección y el tratamiento temprano para las enfermedades coronarias y los ataques cerebrales (ACV). De hecho, casi la mitad de los fallecimientos por esta clase de patologías pueden evitarse con un abordaje precoz, a través de medicamentos, cateterismos, angioplastias y cirugías de by pass.
Por eso mismo, advierten que si bien es importante mantener las medidas de seguridad y aislamiento preventivo por el COVID-19, los pacientes con cuadros coronarios agudos, como infartos, anginas de pecho o cualquier otro síntoma de enfermedad cardiovascular, no deben dejar de solicitar atención médica y realizar los controles correspondientes por miedo al contagio. De esta forma, se podrán prevenir complicaciones y evitar secuelas irreversibles, incluida la muerte.