De
acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México Campus Morelos, las
semillas de los ajíes picantes (llamados localmente chiles) fruto de las
plantas del género Capsicum, poseen un compuesto orgánico conocido como
capsaicina que se utiliza como analgésico, anticancerígeno y antioxidante, que
además protege al organismo del colesterol, lo que puede ayudar a prevenir
problemas cardíacos como infartos y derrames cerebrales.
Por
si fuera poco, esta clase de condimentos estimula el metabolismo y es bajo en
calorías, lo que sirve para dar sabor a los platos sin aportar grasas. Además,
la capsaicina es un componente común en varios medicamentos contra el cáncer.
Sin
embargo, los especialistas recomiendan consumirlos con moderación, ya que su
ingesta excesiva está asociada a problemas gastrointestinales como la
gastritis, que puede provocar daños en órganos como el recto y el intestino
grueso, con síntomas como irritación, diarrea, inflamación y dolor intenso.