La cardiopatía congénita es una anomalía en la
estructura y el funcionamiento del corazón debido a una malformación del mismo
durante el desarrollo embrionario. Se calcula que en nuestro país nacen cerca
de 7 mil bebés al año con esta dificultad y que la mitad de ellos requiere
cirugía antes de alcanzar el año de vida.
Desde 2008, el Programa Nacional de
Cardiopatías Congénitas garantiza la resolución quirúrgica a aquellas personas
menores de 19 años que no cuentan con obra social. Además, el Programa se
encarga de coordinar la detección, derivación y tratamiento médico quirúrgico a
través de una red integrada en todo el país, cuyo centro coordinador reside en
el Hospital Garrahan.
Las anomalías más complejas pueden detectarse
mediante una ecografía cardíaca fetal a partir de la semana 20 de gestación,
permitiendo así controlar su evolución y brindar el tratamiento más adecuado al
recién nacido después del parto. En la mayoría de los casos, será necesaria una
intervención quirúrgica para reparar la malformación.
Los niños con insuficiencia cardíaca suelen
requerir el apoyo de especialistas en nutrición infantil ya que su requerimiento
energético es mayor al de un niño sano. Además, es necesario reducir su
exposición a las enfermedades respiratorias, restringiendo las salidas en
épocas invernales y lavándose las manos frecuentemente antes y después de
tocarlos.