La menopausia es una fase natural en la vida de las mujeres, marcada por la reducción significativa de los niveles de estrógenos, lo que da lugar a una serie de cambios tanto psicológicos como físicos. Uno de los aspectos más importantes durante esta etapa es el impacto que tiene la disminución de los estrógenos en la salud cardiovascular de las mujeres. Diversos estudios han demostrado que, en Occidente, la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte tanto para hombres como para mujeres. Sin embargo, existen diferencias notables en cuanto a los síntomas, las manifestaciones y los tratamientos según el género de los pacientes. Las investigaciones demuestran que las mujeres tienden a ser menos diagnosticadas y, en consecuencia, a recibir tratamientos que no abordan sus problemas. Esto puede deberse a una variedad de factores complejos. Por ejemplo, que las mujeres tienden a subestimar la gravedad de los síntomas cardíacos, lo que suele retrasar la búsqueda de atención médica. Además, la falta de representación de la mujer en las investigaciones y estudios sobre enfermedades cardiovasculares ha llevado a que la atención médica que reciben no sea la ideal. Es fundamental reconocer que la enfermedad cardiovascular en las mujeres puede manifestarse de manera diferente y puede aparecer más tarde en comparación con los hombres. Todo esto se relaciona con la función de los estrógenos. Estas hormonas desempeñan un papel crucial en la regulación de la salud cardiovascular, ya que influyen en factores como la síntesis de lípidos, la función endotelial, la hipertrofia ventricular y la reducción del estrés oxidativo.
Al mismo tiempo, es esencial que adopten un estilo de vida saludable, que incluya la adopción de una dieta equilibrada y ejercicio regular. Con el apoyo adecuado y una comprensión profunda de los cambios que experimentan, las mujeres pueden transitar la menopausia con una salud cardiovascular óptima y una calidad de vida mejorada.